viernes, 29 de enero de 2010

ZONAS DE TRUEQUE - 3 de septiembre al 1 de noviembre de 2009

ZONAS DE TRUEQUE

3 de septiembre al 1 de noviembre de 2009


El Centro de Arte Bronx River de Nueva York y el Museo de Arte de El Salvador, dentro de su programa MARTE Contemporáneo, presentan la exhibición:



ZONAS DE TRUEQUE

Curador: José Ruiz (Perú | Nueva York, USA)

Artistas: Karlos Carcamo (El Salvador | Nueva York, USA), Esperanza Mayobre (Venezuela | Nueva York, USA)

Diego Medina (México | Nueva York , USA)

Performance: Ghettoblaster - Irvin Morazan (El Salvador | Nueva York, USA)


La exhibición Zonas de Trueque es un reflejo de Bartered States, muestra que se realizó en Nueva York en el mes de mayo del 2009 y en la cual se presentaron obras creadas in situ por los artistas salvadoreños: Ronald Morán, Simón Vega, Walterio Iraheta y Danny Zavaleta, quienes logran conectar el arte y la vida enmarcada dentro de una práctica socio-política. La exhibición en MARTE es la continuación de un intercambio cultural entre un grupo de artistas salvadoreños y latinoamericanos radicados en Nueva York quienes han construido juntos su propio diálogo y sistemas de colaboración a lo largo de 2009. El producto de los dos proyectos se ha presentado, y también se ha hecho posible, a través de la relación institucional entre el MARTE en San Salvador y el Centro de Arte Bronx River, ubicado en el barrio Bronx de Nueva York.



La oportunidad de realizar la curaduría de dos exhibiciones, una en El Salvador y otra en Estados Unidos de América, condujo a la posibilidad de realizar una serie de investigaciones: la exploración de los paradigmas de interdependencia entre estos dos países y el descubrimiento de los elementos vigentes elaborados a lo largo de los procesos de transformación, asimilación y resistencia; el uso de estos elementos posmodernos como “agujas” para explorar por la epidermis de migración e identidad que homogeniza a los latinoamericanos viviendo en los Estados Unidos; y finalmente, el cambio de la idea del “ir” (para exhibir) con el “regresar” (para exhibir). La idea del regreso me llevó a contactar a tres artistas de Nueva York: Karlos Carcamo (El Salvador), Esperanza Mayobre (Venezuela) y Diego Medina (México) cuyos lugares de nacimiento comparten irresistibles historias sociales, políticas y culturales y cuyas obras plasman ofrecimientos que enlazan con el lenguaje cultural latinoamericano que ellos han desarrollado y han dejado atrás.


Cuando un viajero retorna a su país de origen, regresa con historias de aventuras, tradiciones recién adquiridas y regalos extraños obtenidos en exóticos lugares. Esto nos conduce a creer que estas experiencias y recuerdos se consiguieron a través de gestos de cortesía o intercambios simbólicos pero en realidad lo que se constituye en elemento traído al regreso es algo a menudo intercambiable a través de un diferente juego de reglas, apuestas y compromisos. Por medio de la investigación de la co-existencia, dependencia y reciprocidad, Zonas de Trueque de-construye el término “canjear” para disipar la noción o idea de que cada intercambio, aún si está acordado por ambas partes, preserva intereses mutuos y expectativas. Cuando se despoja de su función material (el intercambio de bienes tangibles y servicios), el acto de canjear puede también exponer el desequilibrio global de poder a través del cual una parte está a merced de otra, o es forzada a actuar, atascarse o defenderse a sí misma para poder progresar.



Las variadas técnicas mixtas de la obra de Karlos Carcamo, las cuales abarcan escultura, pintura y fotografía, se vuelca al minimalismo y estrategias conceptuales de la misma manera que la violencia se ha volcado en la trama urbana. Las instalaciones de Esperanza Mayobre decodifican la aparente transparencia objetiva de la obtención de los diferentes tipos de visa para ingresar a los Estados Unidos y así evidenciar la ansiedad y la ambigüedad que generan en el solicitante la obtención de una entrada legal y residencia a dicho país. Las claras imposibilidades encontradas en los videos y obras relacionadas de Diego Medina, indirectamente influenciadas por el libro de Eduardo Galeano “Las venas abiertas de América Latina: Cinco siglos de saqueo de un continente”, marcan las transformaciones cuando se pone del lado del cuerpo y cuando el cuerpo viene a ser una doble maniobra para las ideologías políticas que pueden existir solamente como conceptos. Adicionalmente, Irvin Morazan, un artista nacido en El Salvador y radicado en Nueva York, presentó el día de la inauguración en MARTE un performance a manera de un ritual, en el cual personificó deidades precolombinas que asumen los roles de bailarines de “break” y batallan por música hip-hop, la cual se emitía fuertemente de unos aparatos de sonido simulando tocados.


Estos débiles sistemas de operación son descubiertos a través de la creación de obras interdisciplinarias que asignan responsabilidad a cada lado de la ecuación. El sentimiento colectivo de estas instalaciones, performances, videos y objetos nos permiten conocer el desplazamiento del lenguaje cultural y el proceso en el que uno debe ir siempre adelante para ser versado, inquisitivo e ingenioso dentro de esta realidad de la experiencia vivida. Una realidad que no está basada en las diferencias que separan o en las cosas en común que generan indiferencia, sino que en una frágil y densamente integrada red de historias compartidas que tienen todavía que ser descifradas, desentrañadas o mediadas. Si el rol del artista es de actuar como la voz crítica de la sociedad mediante el cuestionamiento y la exposición de los desbalances de la vida, entonces este grupo de artistas, junto con la contraparte salvadoreña, actúan acertadamente en su camino de crear el ambiente necesario para inspirar al resto de la sociedad con el fin de colaborar en el cambio social.


José Ruiz


José Ruiz es un artista y curador radicado en Nueva York que se ha desplazado entre Lima, Brazilia, Washington D.C. y San Francisco. Recibió su Maestría de Bellas Artes en Nuevos Géneros en el Instituto de Arte de San Francisco en el 2004 y comenzó su práctica curatorial en el 2000 como parte de un proyecto de arte interdisciplinario y colaborativo. A partir de esto, Ruiz ha sido curador de alrededor de 15 exhibiciones nacionales e internacionales y ha sido co-curador de aproximadamente 30 proyectos de arte visual y performance con varias instituciones y organizaciones, como el Centro de Arte Bronx River, el Museo de Arte Queens, la Galería PS122, Decatur Blue, la Galería P.P.O.W. y la Galería Transformer.


El programa MARTE Contemporáneo es patrocinado por Mario Cáder Frech y el Comité MARTE Contemporáneo.

OH JUNG-JA: METAFORAS Y SENTIMIENTOS - 16 de junio al 16 de agosto de 2009.


OH JUNG-JA: METAFORAS Y SENTIMIENTOS

Museo de Arte de El Salvador

16 de junio al 16 de agosto de 2009.


La Embajada de Corea en El Salvador y el Museo de Arte, dentro de su programa MARTE Contemporáneo, presentan la exhibición


Oh Jung-ja: Metáforas y sentimientos


Oh Jung-ja es una pintora importante en el mundo de los artistas coreanos; ella nació en 1945, año en que finalizó la ocupación militar por parte de Japón. Si sus antecesores aprendieron la pintura por un maestro japonés o fueron influenciados por ellos, Oh Jung-ja tuvo la suerte de aprender la pintura en una universidad de su tierra natal ya independiente. En el año de 1963 inició la carrera de pintura en la Universidad de Ewha y se especializó en la pintura oriental y desde entonces se ha dedicado exclusivamente a ser pintora. Tuvo la oportunidad de aprender de catedráticos como Lee Yu-tae, sobre el retrato; Cho Jung-hyun, sobre la pintura de la flor y el pájaro; An Dong-suk, sobre el sentido moderno de la pintura. También asistió al estudio de Park No-su, quien disfrutaba la pintura china. Tomando en cuenta esto, la pintora Oh adquirió sus conocimientos entre varios maestros importantes de aquella época y este aprendizaje lo ha aprovechado hasta el día de hoy.


Su talento ha sido reconocido desde temprano ya que fue seleccionada 8 veces seguidas para la exposición de Arte Nacional de Corea y obtuvo el premio especial en el concurso público (1966) de Baekyanghoe y Mokwoohoe.


Después de su graduación en el año 1967, se llevó a cabo su exposición individual en las galerías Hyundai y Sun; desde entonces hasta el día de hoy ha presentado en total 14 exposiciones y la mitad de ellas han sido en el extranjero, incluyendo muestras en la ciudades de Tokyo, Nagano, Washington D.C., Génova y Caracas.


Su obra comenzó desde las décadas de los años 60 y 70 con el retrato y en los años 80 desarrolla el tema de animales como carpa de seda, paloma, pavo, gorrión, urraca, el pez de colores y también la pintura que representa flores, en la cual se ampliaron temas con imágenes del lirio, la amapola y la camelia hasta el día de hoy. A pesar del manejo de temas variados, sus pinturas se han caracterizado por tener una coloración espléndida, una exacta descripción y una composición equilibrada en el lienzo.


En los últimos años, sus obras han sufrido transformaciones pasando de las escenas descriptivas a los sentimientos; en otras palabras, sus obras no tratan de reflejar la imagen sino que trata de atraer la atención por el ambiente representado en el lienzo. Siendo diferente la característica de la pintura, la técnica también cambia; sin embargo la artista no dibuja de una sola vez sino ha utilizado una técnica que hace énfasis en el tacto de la calidad del material y trata de generar sensaciones a través del color tenue.


Oh Jung-ja prefiere dibujar sobre el papel arrugado coreano Hanji* a utilizar el papel común. Cuando se arruga el papel, queda la evidencia de “ruina” como si hubiera pasado un huracán y la artista comienza a producir basándose en la observación de la superficie deformada por el doblaje y el arrugado. Su técnica se basa en ocupar varios papeles arrugados lo cuales van pegados unos con otros para hacer una superficie firme, la cual queda lista para posteriormente tomar el pincel y dibujar. Puesta frente al cuadro, aplica el pincel para colorear la superficie con sumo cuidado. El pigmento que ocupa se disuelve fácilmente en agua y por tanto el color no aparece con un par de aplicaciones. Además el Hanji tiene la propiedad de absorber rápidamente el color, por lo que después de haber aplicado el pincel decenas de veces, se puede lograr la impresión del color satisfactoriamente.



El hecho de que la pintora realice varias veces este proceso debe ser porque desea sentir la cualidad profunda del color cada vez que va acumulando el pigmento y para afrontar la peculiar textura del Hanji. Esta sería la razón de cultivar esta técnica, a pesar de los muchos meses de trabajo que requiere una obra, ya que no se puede desechar fácilmente el llegar a la exquisitez. De manera similar sucede con el trabajo sobre la seda. La suave superficie que se siente al tocar el papel será diferente al tacto liso experimentado con la seda, pero el color aplicado sobre el papel es como si estuviera nevando acumuladamente. No se realiza la aplicación del color de una sola pincelada sino en forma gradual, lo cual aumenta la densidad llegando así a lograr un secreto vigor. En ello está invertido el tiempo y la dedicación, quedando ocultos la emoción y el pensamiento de la pintora. En ese proceso se encuentra concentrada la experiencia estética y en ella se encuentra la belleza del arte figurativo particular de la artista.


En sus últimas obras podemos encontrar sus motivos de inspiración que han sido las palomas agachadas, la lechuza y el pájaro solitario bañados en la luz de la luna, la carpa que vaga en el fondo del agua, el pájaro que agita las alas para volar, el pájaro que descansa cómodamente en su nido. A la par de estas imágenes podemos encontrar las escenas con flores como la peonía, narciso, lila de la india, camelia, las cuales están en su plenitud.


A primera vista puede ser observada una simple pintura de flores o animales pero estas imágenes fueron empleadas de manera metafórica ya que contiene un significado especial. Por ejemplo, la paloma, un pájaro solitario o la carpa simboliza el ego o el hombre que se encuentra bajo determinado ambiente. Aquí es donde la pintora representa la luz de la luna, suaves olas o extravagantes flores etc. para ofrecer el consuelo y la esperanza a aquellos seres que están bajo situaciones difíciles. El dibujo como el pájaro con las alas extendidas en su plenitud en preparación al salto o el pájaro volando en el aire con brío significan la acción de salir en búsqueda de la libertad verdadera.


Tomado de “Un corazón cálido llevado a través del pincel, Oh Jung-ja”, por Seo Sung-rok, Presidente de la Asociación de Críticos de la Pintura de Corea.



*Hanji: papel coreano hecho a mano de árboles de morera. Este papel se utiliza especialmente para la pintura tradicional y la caligrafía



El programa MARTE Contemporáneo es patrocinado por Mario Cáder Frech y el comité MARTE Contemporáneo

La Forma Equivalente - 19 de marzo al 12 de abril de 2009

La Forma Equivalente

19 de marzo al 12 de abril de 2009


EspIRA / La ESPORA y el Museo de Arte de El Salvador, dentro del programa MARTE Contemporáneo, presentan la exhibición:


La Forma Equivalente (LFE)


Esta muestra itinerante se alimenta de dos fuentes: por un lado artistas centroamericanos que asiduamente construyen propuestas acerca de la identidad y el poder y cuyas obras en LFE son en su mayoría conocidas. La otra fuente son los participantes de la Residencia Académica Para Artistas Centroamericanos Emergentes (RAPACES), en su edición 2008-09, también organizada por EspIRA / La ESPORA y también llamada La Forma Equivalente.



Cuando en el 2007 concebimos el eje temático, pensábamos en cuestionar las relaciones históricas, con frecuencia románticas, entre el arte y el poder dominante -el patriarcado, el capitalismo, el racismo y otros sistemas de dominación que precisan, como mucho en la vida, de andamiajes visuales que el arte provee: desde formas ultra convencionales, como el desnudo femenino, hasta estrategias menos reconocidas y más sorprendentes, que esperábamos encontrar mediante el diálogo con los artistas.


A este efecto convocamos a LFE residencia, un encuentro centroamericano de artistas emergentes, en el marco de RAPACES, que sirviera de plataforma para la discusión acerca de arte y poder y la producción de obra en ese sentido. La otra cosa que hicimos fue invitar a LFE exposición a esos artistas que ya estaban trabajando los temas: cuestionamientos de género, etnia, clase, colonización cultural, estereotipos estéticos.


Sucedió que en LFE residencia, participantes e instructores ampliaron el terreno de la discusión en varias direcciones, como el terreno amplio y abstracto del poder de la imagen, o el más especifico del arte y sus relaciones íntimas con el poder curatorial.

Por otro lado, sabíamos que las obras de los artistas invitados iban a sugerir nuevas lecturas al reconfigurarse en el conjunto…pero era ese conjunto el que no teníamos claro, ya que aun quedaba por ver qué saldría de la residencia y estudiar cómo se comunicarían, buscarían, articularían o no, unas obras con otras. También sabíamos que las trayectorias de los dos grupos eran bien distintas, los pesos individuales de los participantes son tan diversos como Mosca y Welter. Era una acción arriesgada la combinatoria, pero considerando costos, riesgos, beneficios, apostamos por los beneficios. Lo que ocurrió fue hermoso: LFE residencia produjo obras pujantes y empezamos a notar en el nuevo conjunto convergencias, divergencias saludables, cabos que se soltaron sin perder tensión, obras que impredeciblemente se amarraron con naturalidad y fuerza.


La tarea de articular verbalmente estas percepciones y de montarlas en el espacio termina de armonizar, ojalá no demasiado, un conjunto que parte de intereses comunes y se bifurca en complejas heterogeneidades. La exposición La Forma Equivalente revisa sus propios sentidos, se propone como un ejercicio de los razonamientos que la motivan y ofrece al espectador una peculiar combinación de reflexiones, difícilmente agrupables en otra circunstancia.


Patricia Belli

EspIRA / La ESPORA

Los artistas participantes en esta exhibición son:


Edgar Calel, Regina Galindo, Sandra Monterroso (Guatemala)

Melissa Guevara, Mauricio Esquivel, Jaime Izaguirre (El Salvador)

Celeste Ponce, Lester Rodríguez (Honduras)

Raúl Quintanilla, Norlan Gutiérrez, Alejandro Flores, Jullissa Moncada, Laura Baumeister, Gabriel Serra, Ricardo Huezo, Consuelo Mora, Darling López Salinas (Nicaragua)

Javier Calvo Sandí, Diana Barquero, Fabrizio Arrieta, Roberto Guerrero, Paulina Velázquez (Costa Rica)


El programa MARTE Contemporáneo es patrocinado por Mario Cáder Frech y el comité MARTE Contemporáneo.